«A menos que aumentemos nuestra capacidad para utilizar el agua de manera sensata en la agricultura, no podremos acabar con el hambre y abriremos la puerta a una serie de problemas, entre ellos la sequía, la hambruna y la inestabilidad política.»
(Mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon)
El Vocal del Directorio del Ente Regulador de los Servicios Públicos (ERSeP) en representación del Frente Cívico, Dr. Juan Pablo Quinteros recuerda que cada 22 de marzo se celebra el DIA MUNDIAL DEL AGUA como «un medio de llamar la atención sobre la importancia del agua dulce y la defensa de la gestión sostenible de los recursos de agua dulce».
Cabe destacar que desde la adopción de esta fecha por parte de La Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, cada año se destaca en particular un aspecto relacionado con el agua siendo este 2012 dedicado a «El agua y la seguridad alimentaria».
En tal sentido se destaca que «El agua es fundamental para la seguridad alimentaria. El ganado y los cultivos necesitan agua para crecer. La agricultura requiere grandes cantidades de agua para regadío, además de agua de calidad para los distintos procesos productivos. El sector agrícola se posiciona como el mayor consumidor de agua del planeta dada su función productiva, no solo de alimentos, sino también de otros cultivos no comestibles como el algodón, el caucho o los aceites industriales cuya producción no deja de crecer. El regadío demanda hoy en día cerca del 70% del agua dulce extraída para uso humano.
En el año 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos declaraba el derecho de todos a una alimentación adecuada. Sin embargo, el acceso a alimento adecuado en las zonas rurales de muchos países en vías de desarrollo depende de forma sustancial del acceso a los recursos naturales, incluido el agua, necesarios para su producción. El 28 de julio de 2010, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el acceso seguro al agua potable y al saneamiento como un derecho humano. Pero el derecho al agua dentro del contexto del derecho a alimento es una cuestión compleja: mientras el agua de boca y el agua para cocinar sí se verían protegidas, no se verían cubiertos los niveles mínimos de agua necesarios para la producción de alimentos en las zonas áridas.
Hay suficiente agua disponible para las necesidades futuras globales, pero este escenario esconde enormes áreas de absoluta escasez de agua que afecta a miles de millones de personas, muchas de las cuales son pobres y desfavorecidas. Son necesarios cambios fundamentales en la gestión y las políticas a lo largo de toda la cadena de producción agrícola para garantizar el mejor uso posible de los recursos hídricos y responder así a la creciente demanda de alimentos y de otros productos agrícolas.
Fuentes: Datos sobre agua y seguridad alimentaria. FAO. 2008. 4º Informe de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo.UNESCO, ONU-Agua, WWAP. Marzo 2012. El derecho a la alimentación y el acceso a los recursos naturales. FAO. 2008.