Córdoba está fundida!… y los vecinos? - Dr. Juan Pablo Quinteros | Somos Córdoba
 Córdoba está fundida!… y los vecinos?

Córdoba está fundida!… y los vecinos?

Córdoba Ciudad: En 2019 una familia destinó el 48% de sus ingresos en servicios e impuesto inmobiliario

La presión que ejerce el estado en todos sus niveles de gobierno sobre el bolsillo de los cordobeses claramente ha tocado su umbral. Distintas manifestaciones ciudadanas lo están demostrando con convocatorias a “rebeldía fiscal” y fuertes repudios en los medios y redes sociales contra lo que los cordobeses han acuñado en el cuerpo teórico de las finanzas públicas como “impuestazo”. Los vecinos de Córdoba sufren las tarifas más altas del país en energía eléctrica, agua potable y transporte público urbano de pasajeros, a lo que debemos sumarle el fuerte incremento tributario en dos impuestos que impactan de lleno en la economía familiar, hablamos del Impuesto Inmobiliario Provincial y la Contribución que incide sobre Inmuebles (municipal).

En el caso del municipio de la Ciudad de Córdoba la respuesta que encontraron más a mano los funcionarios fue que “Córdoba está fundida”, como hecho revelador que todo lo justifica y permite. Los ciudadanos necesitan algo más que una chicana política para responder a los reclamos, pretenden legítimamente que los funcionarios administren de la manera más eficiente los escasos recursos que existen frente a las múltiples necesidades que demanda la sociedad.

Lo que diferencia una gestión eficiente de una ineficiente es la capacidad de cumplir los objetivos con los recursos que dispone. Resulta muy sencillo gestionar sin importar los gastos y que esta ineficiencia sea trasladada directamente a usuarios y contribuyentes. Entendemos que los servicios públicos básicos y los impuestos mencionados han adquirido una relevancia en la economía familiar como nunca antes había sucedido. Por ello su análisis, de manera integral, resulta de interés para comprender el impacto.

Datos del Relevamiento

Frente a esta situación nos planteamos conocer cuánto gasta un familia de la Ciudad de Córdoba que posee una vivienda propia en los siguientes conceptos que constituyen servicios públicos esenciales: energía eléctrica, agua potable, gas natural y transporte público, a lo que sumamos el  impuesto inmobiliario provincial y la contribución que incide sobre los inmuebles a nivel municipal. Se supuso en el trabajo que el grupo familiar utiliza, para su movilidad,  el transporte urbano de pasajeros. En este punto tomamos de base una familia tipo de 4 integrantes, suponiendo que dos de ellos poseen el beneficio del BEG (Boleto Educativo Gratuito) y sólo los dos restantes abonan el servicio de transporte. Se dejó de lado una situación que merece otro análisis y tratamiento especial como lo es la incidencia sobre los ingresos de los rubros relevados si, además,  también se debe afrontar el pago de alquiler de la vivienda.

Con tal fin se realizó un relevamiento sobre más de 100 familias de distintos barrios de la ciudad de Córdoba que pertenecen a los estratos medios y bajos de ingresos. Los datos fueron recogidos entre el día 23 de enero y el 5 de febrero de 2020. Se calculó entonces la participación que tienen los gastos e impuestos antes señalados respecto al Ingreso Total Familiar Promedio del “conglomerado 13” -Gran Córdoba (teniendo la Ciudad de Córdoba la ponderación más importante)-, tomado de las Encuestas Permanentes de Hogares (EPH) del segundo trimestre del año 2019 actualizado a noviembre del mismo año por el índice de salarios general que publica el INDEC.

Se pudo estimar que el 50% de las familias de la ciudad de Córdoba (que se encuentran entre los deciles de ingreso 1 al 5 inclusive), destinaron en diciembre de 2019 un 48,1% de su ingreso al pago de los servicios e impuestos mencionados. Debemos señalar que tal ratio no incluye las subas tarifarias ni impositivas dispuestas para el año 2020 tanto por el gobierno provincial como municipal, situación que eleva el porcentaje calculado a valores que difícilmente puedan ser afrontados por la gran mayoría de esos hogares de Córdoba.

Esta realidad, que nuestro trabajo pretende exponer, parece no haber sido advertida por los funcionarios que toman decisiones como si vivieran en una dimensión paralela, totalmente ajena a la de los vecinos de Córdoba. Quedó dicho que en 2020 la incidencia será aún mayor a la reflejada y surge el interrogante de la conducta tributaria que adoptarán los hogares que se encuentran en esta situación. Así las cosas finalizamos con el planteo que da título al presente informe, si “Córdoba está fundida” ¿como creen, quienes gobiernan, que están sus vecinos? ¿Hasta dónde creen que pueden aguantar sin recibir contraprestación que justifique, al menos en alguna medida, semejante carga en los impuestos y las tarifas de los servicios públicos esenciales?